Desde la experiencia personal como cuidadores y desde la observación de profesionales socio sanitarios que trabajan en este campo, los síntomas y enfermedades descritos a continuación son frecuentes en cuidadores de Enfermos de Alzheimer.
Los cuidadores con dedicación de 24 horas durante muchos años, son los que en algún momento y con más o menos intensidad presentan estos problemas. El número de afectados se ha publicado que está en torno al 95%, incluso pueden ser más. Cuidar a un Enfermo de Alzheimer, sin apoyos, actuaría como elemento causal junto con otros en la aparición de estos procesos.
Entendemos que asumir esta tarea sin la formación y la ayuda necesaria nos coloca en una situación de altísimo riesgo. No conocemos a todos los cuidadores y algunos de los que conocemos disfrutan de una buena situación de salad sin embargo nuestra experiencia habitual es que quien se ocupa como cuidador principal, asumiendo la carga de responsabilidad y de dedicación casi exclusiva, suele presentar alguna o varias de estas alteraciones:
Problemas cardiovasculares: Inicio o descompensación de hipertensión arterial. Anginas de pecho, infartos.
Problemas de piel: Brotes de eccema, soriasis, urticarias.
Problemas musculares: Contracturas en cuello y espalda, lumbagos. Esta aparición se relaciona con el sufrimiento en cualquier momento de la enfermedad o con el esfuerzo reiterado y excesivo con la movilización del enfermo ya avanzado.
Descompensación de diabetes, aumentos de colesterol.
Trastornos digestivos: Ardor, úlceras, diarreas. Alteraciones de tiroides.
Consumos excesivos de alcohol, tabaco, psicofármacos, analgésicos.
Alteraciones nutricionales: Comen cualquier cosa y de cualquier manera.
Envejecimiento mas rápido de lo habitual. Afonías.
Alteraciones de la inmunidad con procesos infecciosos más frecuentes, con mayor duración de lo habitual, que además se ven agravados por un tratamiento más corto o menos apropiado de lo debido.
Alteraciones de la sexualidad: Pérdida de deseo sexual. Dificultades en el cuidado de enfermos desinhibidos: Acoso y vivencia de sentirse violados. Insomnio
Desequilibrio personal: Irritabilidad, desbordamiento, prisa.
Abandono de si mismo: Dejan de cuidar su aspecto, su alimentación, sus relaciones, se encierran, rechazan la ayuda hasta no estar destrozados.
Distorsión de la percepción: Sentir una olor de apósitos usados para curar al acercarse a la vivienda del enfermo.
Agotamiento y miedo en todo el proceso de atención.
Dedicación mayor de la necesaria. Algunos cuidadores se entregan a esa tarea sin medida y no pueden separarse del enfermo.