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¿Por qué se celebra el día mundial del Alzheimer promovido la OMS aparte de ser el año mundial del Alzheimer?

Para dar a conocer la Enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones (públicas o privadas) y de organismos oficiales, dado que en los últimos años, por desgracia ha crecido tanto este mal, que está siendo considerado ya el mal del siglo.

¿Qué cifras se manejan en la actualidad de afectados por esta enfermedad?:
Solo en Asturias se superan los 19.000 afectados, y, digo que se superan, porque hay muchos enfermos sin diagnosticar correctamente, e incluso sin ningún tipo de diagnóstico en las zonas rurales, sobre todo de montaña que sufran algún tipo de aislamiento orográfico o social.
Por lo mismo, en España hay también más de 750.000 afectados.

¿A qué edad se empieza a manifestar?:
Hay una forma senil de la Enfermedad que suele manifestarse sobre los 70 años, pero por desgracia, ya empieza a no considerarse una enfermedad senil, ya que ya existen casos registrados de enfermos con 50 años, 47, 44, 42 e incluso con 39 años.

¿Qué síntomas empiezan a manifestarse primero?:
La pérdida de memoria reciente (o sea la de hace ¼ de hora) y la desorientación en el espacio y en el tiempo (o sea, no saber dónde están o en qué día u hora viven) son los más llamativos e incluso los que desencadenan otros muchos ocasionados por este déficit, sin embargo hay que tener muy presente al principio que estos síntomas pueden estar causados por una depresión, un problema de tiroides, infecciones, interacciones con otros medicamentos u otras enfermedades… ¡hasta un fuerte disgusto! Y eso se puede solucionar con un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

¿Y después?:
Luego vienen los que ya nos hacen sospechar que no es una pérdida de memoria temporal, como es no reconocer los objetos de uso cotidiano o no saber para qué sirven: todos éstos desencadenan otros que ya incapacitan al enfermo para hacer una vida normal, como son dificultad para hacer tareas de la vida cotidiana y para tomar decisiones, problemas con el lenguaje, cambios de humor y de comportamiento y, como consecuencia, de personalidad.

Solo hay que imaginarse que por un momento no sabemos quien es la persona que tenemos en frente, ni dónde estamos, ni qué hacemos aquí, ni qué son esos objetos que hay encima de la mesa (o encima de esa cosa que está más alta que el suelo) ni para qué sirven… sería un sinsentido tan grande que la angustia y la desazón serían atroces; ¿cómo reaccionaríamos?: Pues a tortas para defendernos de algo tan endiabladamente hostil que sería digno de una película de terror, o a puro llanto por tan desproporcionada sensación de indefensión.

Y a continuación ya vienen alteraciones del sueño, vagabundeo, trastornos de alimentación, desinhibición sexual, preguntar muchas veces la misma cosa, reacciones catastróficas ante situaciones cotidianas.

Mas tarde empieza a haber un empeoramiento de los síntomas al atardecer, quejas e insultos, alucinaciones y delirios, incontinencia e incomunicación.

Hay que tener en cuenta que la Enfermedad de Alzheimer es un síndrome que afecta a las partes del cerebro que controlan la memoria, el pensamiento y el lenguaje, que provoca un declinar de las funciones superiores y, que además de incapacitar al enfermo, incapacita a toda su familia para continuar una vida cotidiana normal: es necesario hacer múltiples ajustes, informándose primero de lo que va a venir, y, lo correcto sería que toda la familia, en mayor o menor medida se ocupara de los cuidados de su enfermo, no recayendo todos los cuidados en una sola persona

¿Qué tratamiento tiene?:
Desgraciadamente hoy por hoy no existe cura para le Enfermedad de Alzheimer. El tratamiento farmacológico de que disponemos es paliativo. Se trabaja mucho en investigación y hay hoy día muchas líneas abiertas que dan un poco de esperanza al futuro, si no para una curación total, sí para una detención del progreso, haciéndola una enfermedad crónica.

De momento, en Septiembre de 2010 se presentó un importante y amplio estudio a cargo de neurólogos y científicos de todo el mundo cuyos resultados dan más eficacia para el enlentecimiento del deterioro cognitivo a las terapias no farmacológicas, es decir, a las terapias de estimulación cognitiva y sensoriomotríz.

 

María José González Sobejano.
Psicóloga

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