Cuando una persona es llevada al neurólogo y le diagnostica Alzheimer o Demencia Senil es porque las personas con las que convive han notado una serie de alteraciones en su actividad diaria
como la desorientación a la hora de deambular por su domicilio o alteración en el orden de vestirse, etc., en una palabra, falta de memoria.
Es aquí cuando podemos ayudarles a que este principio tan duro para todos sea un poco más llevadero y yo, como siempre, voy a intentar ayudarles lo mejor que pueda.
En primer lugar tenemos que intentar que lleven una vida lo más ordenada posible, la misma hora de levantarse, de tomar la medicación, etc. que servirá para que la ingesta de la medicación que
el médico nos ha pautado, al ser ingeridas a las mismas horas, haga el efecto deseado. Por otro lado el organismo se acostumbrará a respetar horas de alimentación y de sueño y así no se pasarán el día comiendo y durmiendo, convirtiéndose todo en un caos.
Otro problema se nos plantea en la desorientación a la hora de deambular por casa, sobre todo de la habitación al baño y viceversa, pues son las zonas que ellos utilizan con más frecuencia. Lo podemos
solucionar de la siguiente manera. Pondremos una marca de color en la puerta de su habitación y otra de color distinto en la puerta del baño y uniremos ambas con una flecha, bien en el suelo o en la pared, de esta forma, cuando salgan de la habitación„sobre todo por la noche, seguirán las flechas y, si en algún momento nos preguntan dónde está su habitación nos entenderán mejor si le decimos la del punto rojo de la tercera puerta de la derecha, es decir, la que marca la flecha.
Cuando los acostemos o los ayudemos a hacerlo, es conveniente que les coloquemos la ropa en la silla según el orden en el que la fueron quitando. Por ejemplo, si es una mujer, le colocaremos primero la chaqueta y falda, encima la blusa, la combinación, la camiseta y el sujetador, pues así, cuando se vista por la mañana, seguirá el orden de las prendas y no pondrá el sujetador sobre la camiseta.
Durante el día podemos matar el tiempo de ocio intentando que hagan pequeños puzzles de piezas grandes, los mismos que usan los niños en sus primeros años de vida (p.e.: colocar una pieza con tres cerezas en un hueco donde esté escrito el número 3), también podemos darles una muñeca para que la vista y la desvista donde halla botones que abrochar y lazadas que hacer. De esta forma no perderán las habilidades manuales. Sé que esto es difícil, ya que en esta fase tan temprana de la enfermedad se dan cuenta de muchas cosas por lo que tenemos que enfocárselo como una ayuda muy importante para nosotros, pues nos están ayudando a poner en orden la habitación de los niños o nuestras cosas…
Cuando llegue la noche, les pediremos que nos escriban lo que les ha pasado durante el día, lo que han comido, lo que han sentido, etc. que nos hagan una especie de diario. De esta forma les haremos
pensar y lógicamente, no perderán la habilidad de escribir y leer.
Estimados lectores: sé que esto que les digo es difícil de hacer y que a muchos de ustedes les sonará raro, pero les puedo asegurar ‘que, en mis años de profesión, he podido comprobar que, en muchos
casos ha surtido efecto y, aunque no podamos todavía curar la enfermedad, sí podemos amortiguar sus secuelas.
Marta Villamil
Residencia Virgen de la Guía.
Publicado: Jul.- Dic. 2002 nº 2
Publicado en la revista Asociación Familiares Alzheimer Asturias-AFA